martes, 30 de julio de 2013

Metroplús a responder por irregulares traslados


Durante los últimos días los ciudadanos que a diario transitan por la Av. El Poblado vieron con angustia como poco a poco grandes claros comenzaron a aparecer en el asfalto. Allí, donde siempre hubo sombra, ahora el sol golpeaba inclemente. Ocho árboles alcanzaron a ser talados y hasta hoy 30 han sido trasladados, muchos de ellos por fuera del Túnel. Metroplús comenzó con la destrucción.

Ante estos irregulares traslados que viene realizando Metroplús en la 43A y ante las reiteradas quejas de la comunidad, el Colectivo Túnel Verde interpuso una queja ante el Tribunal Administrativo de Antioquia y ante Corantioquia por el no cumplimiento del Plan de Manejo Ambiental de la obra y los lineamientos del Banco Mundial en dichos procedimientos.

Estamos a la espera de una decisión formal de dichos entes de control que detenga esta tala disfrazada de traslado que amenaza nuestro corredor verde y pone en riesgo la integridad de peatones que se quedan sin espacio seguro y fresco para transitar. 


¿Por qué se empeñan en continuar con una obra que la comunidad rechaza?  

LO QUE DICE LA CIUDADANÍA


Por: Diana Valencia

Solo recuerdos quedan...

Cuando salía de mi casa me fascinaba caminar bajo la sombra fresca que producían los hermosos árboles que abrazaban la unidad donde aún vivo.

Una mañana todo esto cambio. Entre ruidos de martillos neumáticos y maquinaria pesada, el paisaje por el que transité 25 años comenzaba a desaparecer. Ya se temía lo que iba a pasar, pero el desconcierto, el desacuerdo y la insatisfacción de la comunidad se incrementó con los días. 


Metroplús comenzó el 19 de noviembre de 2010 y su entrega se tenía planeada para el día 18 de abril de 2012. Se le realizaron ampliaciones; incrementando no solo el costo de la obra (y hablamos de miles de millones de pesos) si no también la afectación a la comunidad. 

La fecha de entrega se dio el día 13 de septiembre de 2012. En total fueron casi 22 meses aguantando las incomodidades que día a día aumentaban. Lo que antes era un placer, se transformó en una molestia. Salir a caminar se convirtió en algo tortuoso debido al polvo, la falta de vía frescas para peatones y el flujo de maquinaria pesada en la zona. Teníamos mañanas en las que despertábamos sin agua, gran problema si debías salir a las 6 a.m. a trabajar o si tenias que organizar a tus hijos para llevarlos al colegio. 
Aumentaba el polvo, el desorden, el cemento; pero los privilegios que pensábamos íbamos a adquirir, se disolvían con el tiempo. 

Las molestias incrementaban. Parecía que Metroplús al diseñar el tramo no hubiera pensado en la comunidad. Contábamos con grandes beneficios y de un día para otro estos se esfumaron.

Visitar amigos en Milán e incluso Vallejuelos (justo al frente de donde resido) se convirtió en toda una odisea. Antes simplemente cruzaba la avenida y ahora no hay forma de hacerlo. Es como si hubieran puesto un muro, como si hubieran dividido la ciudad en dos. A esto se le sumó el hecho de que, si vas en un vehículo y te diriges a la unidad, debes manejar casi hasta Sabaneta para hacer la U y poder llegar a casa. Ilógico no? Cuando antes solo ponías la direccional y listo. 

Los cambios fueron enormes y desde mi punto de vista, la mayoría fueron negativos. El verde que nos rodeaba fue cambiado por el color gris del cemento y sobre este, graffitis comenzaron a aparecer. El parque infantil donde pase toda mi infancia desapareció en su mayoría y junto a este, la montaña sobra la cual se encontraba. El cantar de los pájaros, los ruidos que emitían las ardillas y los hermosos colores de un par de guacamayas que siempre nos visitaban, desaparecieron por completo.

Soy una ciudadana más y me duele no haber hecho nada por evitar este desastre. No voy en contra del progreso ni mucho menos de Metroplús, pero podrá esto llamarse desarrollo cuando para quienes se supone son las mejoras, resultan siendo los mayores afectados?
Es hora de ser parte del progreso de nuestra ciudad para evitar inconvenientes como estos. Es hora de dejar la indiferencia a un lado y comenzar a actuar como ciudadanos. 

jueves, 25 de julio de 2013

El Túnel Verde aún palpita II


Las oficinas de Tránsito de Envigado están matriculando diariamente entre 80 y 100 vehículos. Si a éstos, sumamos los 20.000 vehículos anuales que entran al tráfico de Medellín, ¿de cuál solución de transporte y mejoramiento del aire estamos hablando? Se está incentivando el uso de vehículos particulares que contaminan y de articulados a gas, también contaminantes. A más carros más material particulado, más enfermedades respiratorias y más cánceres de pulmón. La densidad vehicular se convirtió en un problema de salud pública (promedio alto de muertos y heridos); rellenando con cemento los terrenos de los árboles para conseguir mayor flujo de autos traerá más asma y alergias por polución en los niños. Un circulo vicioso.

Un grupo de jóvenes monta guardia alrededor de los urapanes, los chiminangos y las palmas de yuca del Túnel Verde. Están dispuestos a amarrarse con cadenas para salvarlos. Han instalado carpas en la orilla de la Ayurá, esa quebrada que inspiró al maestro Fernando González; han recogido más de 15.000 firmas contra la tala, han aglutinado a miles de indignados con la obra en las redes sociales, de mañana a noche sensibilizan a conductores y peatones sobre el crimen ecológico disfrazado de progreso

Se debe concertar el transporte público con quienes serán sus usuarios, a través de acciones sistémicas que respeten todos los actores contribuyentes de la calidad de vida. El progreso no debe depender de intereses particulares; según el contratista, el Metroplús, como está diseñado es progreso; para la señora rica que tiene dos carros con placas distintas, rico que abran más carriles sin importar los nidos de aves y los paraguas naturales; para los comerciantes de autos, viento en popa el negocio… ¡progreso!;  para las arcas del tránsito, más foto multas, ¡progreso! Metroplús no desincentiva el uso de los carros, tampoco se preocupa por los peatones y los ciclistas en el tramo 2B

¿Quiénes ganan con esta obra? Los contratistas, los lobistas, los vendedores de insumos, los importadores de carros, los accionistas de Metroplús, los fabricantes de articulados (Perú), los urbanizadores. 
¿Quiénes pierden con esta obra? Los ciudadanos de a pie, los comerciantes que verán declinar su actividad económica por el trazado de Metroplús, los residentes de la 43 A y alrededores, las ardillas, los pájaros, los insectos, el aire, el gremio de los conductores de buses, el equilibrio ambiental, la identidad de los envigadeños...

Que se haga el Metroplús con energía limpia, sin arrasar el Túnel Verde; que lo rediseñen o pasen por otra ruta, que se pruebe su viabilidad sin comprometer adecuaciones que pueden resultar un fracaso. No dar por sentado que ésta es la solución sin probarla, pues hay un buen sistema de buses alimentadores del Metro. Si éstos contaminan con el ACPM, se pueden cambiar por eléctricos gradualmente, respetando el derecho a la subsistencia de los conductores. 

Cualquier solución que violente los derechos civiles va contra la armonía, contra la igualdad de oportunidades, contra el respeto mutuo, la convivencia y la paz. Cualquier solución que agreda a la naturaleza que tanto nos da, la vamos a lamentar. 

Encontremos el punto de cruce entre la razón y el corazón.

Faber Cuervo.

miércoles, 24 de julio de 2013

El Túnel Verde aún palpita I



Las medidas de compensación que ofrece la empresa Metroplús por la depredación del Túnel Verde nunca van a reemplazar sus servicios ambientales y culturales, incuantificables en los balances del municipio de Envigado
¿Cómo medir la alegría y solaz que nos proporciona al caminar o montar en bicicleta debajo de su techo de hojas? ¿Cómo cuantificar el valor paisajístico y estético de esa hermosa malla verde, rejilla de contención climática?  ¿Cómo calcular la apreciación que ella genera en el privilegio de habitar las unidades residenciales a su alrededor? ¿Cómo vamos a explicar a nuestros niños que crecieron entre ese oasis de frescura, que éste ya no está allí porque cedió su sitio para que rodaran largos cajones y mayor número de carros contaminantes?

Luego de un respetuoso y argumentado debate en el recinto del Concejo municipal desarrollado por  los representantes de la comunidad, las autoridades en cabeza del señor alcalde, Héctor Londoño, la personera, concejales, las representantes de Metroplús y Corantioquia, aceptaron suspender temporalmente la tala del Túnel verde en la avenida 43 A. El diálogo proseguirá para tratar de encontrar una solución alternativa al proyecto original que contempla talar 172 árboles y trasplantar 28 con el fin de abrir dos carriles preferenciales al sistema de transporte masivo  con una estación frente a la Casa Museo Otraparte.

Pero la lucha para no permitir la depredación de una de las entradas más bellas que tienen los municipios del Área Metropolitana continúa. La alcaldía y la dirigencia de Metroplús hacen resistencia a los argumentos que presentó la comunidad a través de la ingeniera ambiental Catalina Herrera, quien explicó los servicios ambientales y culturales que ofrece el Túnel Verde así:

1. El Túnel Verde hace una regulación climática por el sombrío y evacuo-respiración que comporta.

2. Los árboles del Túnel Verde son una barrera contra el calor, el ruido, la contaminación visual, los vientos, el polvo.

3. Los árboles retienen el material particulado de la contaminación vehicular e industrial.

4. Los árboles con problemas fitosanitarios se pueden tratar y rescatar, los árboles viejos también atrapan CO2 y hollín.

5. Los árboles interceptan la lluvia, la dosifican y ayudan a la red de drenaje urbana. Sin Túnel Verde habría mayor impacto cuando acaecen tormentas
.
6. El Túnel Verde tiene efectos psicológicos positivos para la población, pues ayuda a mejorar los estados anímicos.

7. El Túnel Verde es un ecosistema urbano, un corredor biológico lleno de vida, aves, insectos, mamíferos, microorganismos indispensables para el paisaje y el equilibrio ecológico.

8. El Túnel Verde es patrimonio natural, ambiental, histórico e identitario de Envigado.


Depredar, entonces, el Túnel Verde con el pretexto de resolver problemas de transporte es esconder un atropello que se le hace a la comunidad, a la que ya se le ha irrespetado ignorándola en su derecho a conocer, participar y concertar el proyecto. Es un atropello porque produce un detrimento en la calidad de vida de todos los ciudadanos, una depreciación en las edificaciones, se va a contaminar más, nos despoja de un pulmón y remanso para los ojos, nos cercena otro referente cultural, nos arrebata la historia. 

¿Qué estamos enseñando a los niños que ven desaparecer los primeros objetos naturales que les ha asombrado? ¿Qué ciudad le estamos legando? ¿Qué idea de progreso le estamos inculcando?

Hay un equívoco enorme en el concepto de progreso que manejamos. Lo entendemos como la eliminación de una parte que nos aporta calidad de vida (la naturaleza) para poner en su lugar otra parte que supuestamente nos mejorará esa misma calidad. Un contrasentido. Progreso es toda construcción que nos mejora, no la que nos empeora. Destruir lo que es necesario para la salud del cuerpo y del espíritu con el fin de construir lo que dudosamente es una solución de movilidad es una insensatez.

Faber Cuervo.